Lo pensé dos veces, y en este caso, no te elegí en ambas.
Por primera vez pensé en mi, en todas las lágrimas que no pude derramar por miedo a no poder parar, en esas sonrisas que veía en mi rostro cada mañana al levantarme pero que realmente no eran por felicidad, sino por intentar simular que estaba bien estando contigo, todas las conversaciones que lo unico que conllevaban era que cada dia tuviera menos claro si permanecer a tu lado, en esas noches a altas horas de la noche intentando dibujar un futuro conjunto, y puede que el que el boligráfo no dibujara una misera línea era la señal que era el final de todo lo que pudimos ser pero por miedo a serlo de verdad no fuimos, por soñar en algo tan bonito que ni en los cuentos que te contaban cuando eras pequeño ilustraban..
Porque de verdad si pensaba que podría ser contigo, que todo podía lograrlo si era a tu lado, me llegué a creer que nunca me dejarías ir, pero ni quisiera tu sabías que poco a poco ese hilo rojo del que todos hablan lo estabas soltando, ninguno de los dos nos esperábamos que lo que prometimos definitivo fuera un simple sueño, como esos de los que hablabamos cada mañana después de una bonita noche, era tan simple como que te acostumbraste a decirme te quiero, pero se te olvidó quererme.
Lo siento, mi felicidad va por encima de todo lo que tu me podías ofrecer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario