La abrazaría fuerte para reconstruirla. Si la tuviera así de cerca como tengo las malas noticias la abrazaría hasta lograr que los fragmentos en los que se ha convertido vuelvan a perfilar su sonrisa. La abrazaría fuerte, tan fuerte hasta que mi cuerpo se adormezca y olvide que yo también estoy hecho pedazos, le cantaría al oído una nana para que se durmiera y así poder ver su carita al descansar, le daría mil besos para qué así supiera que aun que no todo es tan bonito como parece, siempre quedan cosas que valen la pena. Por qué, cuando la veas llorar, destrozada, débil, con los ojos hinchados de llorar toda la noche por algo que ni ella sabe como arreglar, es cuando te das cuenta, de que harías lo posible e imposible para ver esa sonrisa que te deja loco perdido, esas tonterías que solo ella sabe como hacer, esas cosquillas, esos besos, por qué si, está destrozada, está hundida, está jodida, hasta puede llegar a estar loca, pero, por ti, y de verdad, en esos instantes es cuando más la tienes que cuidar, por qué te quiere a tí, quiere que la cuidas tú, en las buenas en las malas y en las peores, y ahí te das cuenta, de lo enamorado que puedes llegar a estar, y que en el fondo, no eres tan imbécil y chulo como decías ser o aparentar.
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